Le tengo, no le tengo...

Una de las frases más usadas en mi infancia.

¿Con qué fin? Los cromos por supuesto.

Esas colecciones de cromos de futbolistas que me tenían enganchado cada temporada. Esas mañanas de domingo 'cambiando cromos'... ¡qué recuerdos! Aquellos tiempos en que la mayor preocupación era que no encontrabas el cromo de Prosinecki.

Pues bien, hoy en la práctica de programación he estado diseñando un programa que simulaba eso mismo, la compra de un sobre de cromos, los que añadías a la colección, los sobres que necesitarías para completarla...

Y va y me dice el programa, que para completar una colección de 255 cromos, con unos 40 sobres está casi seguro completa (contando con los 'repes').

He aquí la reflexión.

Si con 40 sobres hubiera acabado cada año la colección...
- Ahora sería rico, menudo ahorro.
- Nadie iría pidiendo 500 pesetas por el cromo de Ronaldo en el Barça, qué indecencia.
- Habría las mismas probabilidades de encontrar cualquier cromo en un sobre, luego los que los hacen serían tontos (o justos, pero lo descarto).

En fin.

Para nostálgicos y amnésicos, sí, ese era Prosinecki.