Es la canción que ganó esta última edición de Eurovisión.
La canción esta bien, pero la combinación de la parte final del cantante, con el violinista y el patinador alrededor, es simplemente genial.
PD: Eugeni Plushenko, quien acompaña la canción con su baile, es uno de los mejores patinadores sobre hielo de la historia. Aquí un pedazito con toque humorístico de muestra:
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