Antes o después teníamos que pasar de cuartos. ¡Que tan malos no somos hombre!
Esta vez la suerte estuvo de nuestro lado en los penalties, que hicieron justicia, cosa poco habitual en el fútbol por cierto.
Jugamos un auténtico partidazo, todos y cada uno de nuestros jugadores. Destaco a Senna, perfecto durante los 120 minutos, la movilidad de Silva, y la defensa de Puyol y Ramos sobre Toni, secado totalmente.
Grande San Casillas o Sor Iker, como siempre le llamaba yo. El penalty parado a De Rossi fue memorable, y el hecho de que fuera Di Natale quien fallara el 2º, después del teatro que protagonizó para jodernos un contraataque, es simplemente orgásmico.
Espero que Arshavin esté cansado de la exhibición de los cuartos, y que Pavlyuchenko haya dejado de ser omnipresente.
lunes, 23 de junio de 2008
Al fin
Publicado por Rele en 11:15
Etiquetas: Eso que vale mas que 1000 palabras, Grandes relatos, Otros deportes
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