domingo, 20 de mayo de 2007

¿Duele?

Un test de un robot diseñado para despejar vías en campos minados terminó de manera inesperada. Y no por que la máquina, con varias patas y forma de insecto o araña, se volviese loca. Sino porque el coronel al mando del ejercicio no pudo resistir la escena. La tarea del robot consistía en pisar cuantas minas mejor, aunque fuese perdiendo patas por el camino. Después de cada explosión, el robot se levantaba y seguía caminando cada vez de forma más penosa. Hasta que el militar dio la orden: "Detengan la prueba. Es inhumano."

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