miércoles, 5 de septiembre de 2007

Hay que ser cabrón

Semifinal del Mundial sub-17 de fútbol. Minuto 119, a falta de un minuto para el final de la prórroga. España se impone por 2-1 a Ghana, tras un gol de Bojan Krkic 3 minutos antes en una gran jugada de estretegia a balón parado.

A Bojan le señalan una falta en medio campo, le tiran al suelo, y desde allí toca el balón con la mano, retrasando unos segundos el lamzamiento de la falta. Y el árbitro, lleno de orgullo con su gesto, le saca una amarilla a Bojan. Ya tenía una, ser va a la calle. Se pierde la final.

El árbitro ¿a caso no sabe que esa amarilla absurda que va a mostrar, va a dejar a la estrella de España, Bojan, un chico de 17 años, sin jugar la final del Mundial por el que llevan días sufriendo? Claro que lo sabe, lo que nos lleva a ver la buena fé del colegiado, gran persona sí señor... [serie de insultos a gran volúmen].

Así, vimos a Bojan tras el pitido, ir llorando hasta el colegiado a protestar...

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